Es esencial a nuestra recuperación que tenemos la costumbre de ser rigurosamente honesto, que mantenemos nuestros corazones y mentes abiertos, y que estamos dispuestos de hacer todo lo posible para obtener un despertar espiritual.
Nuestras ideas y costumbres viejas de vivir ya no funcionan para nosotros. Nuestro sufrimiento nos
demuestra que tenemos soltarlo por completo. Tenemos que rendirnos a un Poder superior a nosotros.
Aquí están los Pasos que tomamos, que recomiendan para la recuperación:
-
Admitimos que éramos impotentes ante la marihuana, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
-
Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podía restaurarnos al sano juicio.
-
Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo
concebimos. -
Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
-
Admitimos antes Dios, antes nosotros mismos, yantes otro ser humano la naturaleza precisa de
nuestros defectos. -
Estuvimos completamente dispuestos que Dios remueve todos eso defectos de carácter.
-
Humildemente pedimos a Dios que nos liberara de nuestros fallos.
-
Hicimos una lista de todas aquellas personas a quien habíamos hecho daño y llegábamos estar
dispuestos de tratar de rectificárselo todo. -
Hicimos reparaciones directas a tales personas al extenso posible, excepto cuando se le hubiera
hecho mas daño a ellos o otras personas. -
Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
-
Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios,
como nosotros lo concebimos, rezándole solamente que nos deja conocer su voluntad
para nosotros y que nos dé la fortaleza para cumplirla. -
Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de
llevar el mensaje a los adictos de marihuana y de practicar estos principios en todos
nuestros asuntos.
No sea desalentado: ninguno de nosotros es un santo. Nuestro programa no es fácil pero es sencillo.
Luchamos para progresar no para ganar la perfección. Nuestras experiencias, antes y después de comenzar nuestra recuperación, nos enseñan tres ideas importantes:
- Que somos adictos a la marihuana y no podemos gobernar nuestras propias
vidas; - Que probablemente no hay poder humana que nos puede aliviar nuestra adicción; y
- Que el Poder Superior puede hacerlo y lo hará si se lo pedimos.